Al igual que afirma en el vídeo nuestro amigo y colaborador Joao, se trata de una batalla. Una batalla que libramos contra el mundo. Pero ¿cómo se da esa batalla? En condiciones más que favorables para nuestro contrincante pues nos aislamos, permanecemos callados y combatimos solos. Una batalla librada en solitario es sinónimo de derrota. Es aquí donde reside la grandeza de nuestra religión: la vivencia de la fe en comunidad. No estamos solos, necesitamos de los demás para librar esta y muchas otras batallas que el demonio nos presenta cada día. Debemos ser conscientes de que el demonio es mucho más poderoso que nosotros, pero sabe que en compañía de Dios y el resto de los cristianos no puede vencernos, por lo que trata de aislarnos, separarnos del resto para poder combatir frente a frente: una batalla que tiene ganada por goleada. Por eso ante cualquier tentación si piensas: Con esto puedo yo solito, siento decirte que te acaban de meter el primer gol. Pide ayuda, vive la fe en compañía y verás los resultados.
*¿Y tú? ¿Cómo vives la fe: solo o en compañía? ¿Perteneces a alguna comunidad? ¿Qué aporta ésta a tu vida?*
