El tiempo de la Pascua es el tiempo de los Sacramentos. Cristo Resucitado se queda entre nosotros especialmente en la Eucaristía. Por eso os quiero proponer el reto de acudir a una capilla de adoración perpetua, es decir, una capilla que tiene el Santísimo expuesto y está abierta día y noche. Si quieres ver la lista de capillas de adoración eucarística perpetua puedes pinchar aquí. ¡Contempla el Amor de Cristo que tiene por ti, que se queda en la Eucaristía y está esperando verte!
Álvaro González, joven de 28 años y adorador de la Capilla de Adoración Perpetua de Fuenlabrada (Madrid), nos cuenta su experiencia:
“La Capilla de Adoración Perpetua era algo que llevaba en el corazón desde hacía tiempo, y quiso Dios que la pusieran a 100 metros de mi casa. Voy en el turno de 6 a 7 de la mañana porque sé que es cuando voy a poder ir siempre, aunque sea quitándome tiempo de sueño. Es una entrega para mí bien, adorar al Señor me hace mejor hijo, mejor novio y mejor cristiano... Una hora de mi tiempo, una sola, de 168 horas que tiene la semana, contribuye a que la capilla esté siempre abierta, y toda la ciudad pueda pasar por delante de la Ermita y adorar. Se me hace incluso corta.”
Piensa por un momento en todo el Amor y la Misericordia que Dios ha tenido y tiene contigo, en ese deseo del Señor de salvarte y para ello encarnarse, morir y resucitar; y en esas ganas que tiene Dios de estar contigo que ha querido quedarse en la Eucaristía. Y tú, ¿qué vas a darle a cambio? ¿Un amor tan grande no merece ser correspondido? ¡Cristo te está esperando y cuenta contigo!
Escrito por: Miguel Jiménez (Hno)