Recoge Aleteia el increíble testimonio de una religiosa que ahora tiene 81 años, Sor Agnese Moretto. Su vocación a la vida consagrada se manifiesta en una etapa temprana y a los 14 años ingresa en el convento. Ya tiene claro a quién quiere servir, a los pobres.
Tuvo el privilegio de conocer a la Madre Teresa de Calcuta e ingresó en la orden de las Misioneras de la Caridad, 1974. Sor Agnese quería ir a Calcuta, pero la santa la necesitaba en Nueva York y así fue cómo estuvo atendiendo a los más pobres del Bronx.
Actualmente vive en el Congo en una zona marginal a la que nadie querría ir. «Vine aquí porque la situación en estos campos es terrible. No solo hay guerra civil e indiferencia por la vida humana. Aquí todavía se practica el canibalismo».
«En este territorio está muy extendida una religión tribal que implica sacrificios humanos y canibalismo – reitera –. Estamos salvando a muchos niños y a muchos jóvenes. Pero mi gran satisfacción es la de que hayan nacido 11 nuevas vocaciones». De hecho, dos mujeres caníbales ahora son novicias.
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