La philanthropia se trata del gran amor de Dios por el hombre. En esta, Él asumió la fragilidad y la humildad de la limitación humana. La palabra griega “phileo” significa no separarse de algo o de alguien; amar algo o alguien, retener a una persona como querida. Utilizado como prefijo de la palabra griega que designa al ser humano (anthropos), philo- indica que Dios considera al hombre como a alguien tan querido que ha llegado a asumir la carne para librar a la natural.
El amor "phileo" toma vida al describir el amor de Dios por la humanidad. A través de la "philanthropia", Dios muestra un amor que va más allá de la comprensión común. La elección de asumir la fragilidad y humildad humanas revela una dedicación inquebrantable, expresando el significado de "phileo" al retener a la humanidad como algo preciado.
Al incorporar el prefijo "philo-" al término "anthropos", Dios indica que considera al ser humano como algo tan querido que está dispuesto a asumir la forma humana para liberarnos de la naturaleza pecaminosa. Se nos recuerda constantemente el valor que tenemos gracias al amor incondicional que Dios nos ha manifestado.