Pablo es de Ciudad Real, seminarista en Córdoba y se acaba de ordenar diácono. Con 14 años entró en el Seminario Menor de Ciudad Real en el que estuvo 3 años, pero lo dejó. Más tarde Dios le volvió a salir al paso a través del Hogar de Nazaret donde se hizo consagrado.
En una peregrinación a Fátima la Madre Fundadora le dio un mensaje para la Virgen: «Dile a la Virgen que tuviste vocación de sacerdote, que si Ella quiere le pida a su Hijo que te esclarezca si es su voluntad o no».
Éstos han sido años de ver la grandeza de esta vocación, que te supera y no puedes abarcarlo y sin embargo oyes la llamada de Dios que te dice “adelante, que no eres tú, soy yo, no te preocupes».