Dolores

Dolores



 "Jesús se encuentra con su Madre", Raúl Berzosa (detalle).

Tradicionalmente, la Iglesia conmemora por lo general en el día de hoy a la Santísima Virgen Dolorosa en la Pasión de su Hijo. Tenemos ya nuestra vivencia de la Pasión del Señor tan cerca que hemos de ser conscientes de la necesidad de vivir estos días con una auténtica profundidad, y la Iglesia, siempre sabia en cuanto a las necesidades de sus hijos se refiere, ha provisto desde hace ya muchos siglos el recuerdo de la Santísima Virgen en el día de hoy porque ella es la mejor acompañante para que nosotros estemos cerca de Jesús en los días más importantes para nuestra fe. Basta recordar la escena del viacrucis en la que el Señor, cargando con la cruz, se encuentra a su Madre con un sentimiento que nuestra tradición hispana ha definido con una palabra muy exacta: amargura. A partir de este momento, la Virgen comparte los dolores de Cristo en su alma dando cumplimiento a la profecía de Simeón (Lc 2, 35), Y por eso, para que nosotros podamos contemplar con amor y contrición la Pasión del Señor ella es la mejor compañera.

Pues bien, en torno a la Virgen Dolorosa existe un carisma muy concreto que ha cuidado, sobre todo en España, de la devoción a esta advocación mariana en particular. En el siglo XIII, siete devotos florentinos pertenecientes a una cofradía, según El uso del lugar y de la época, optaron ciento todos ellos amigos por vivir radicalmente el evangelio bajo la protección de la Virgen María. Se llamarían, de hecho, los Siervos de María. No pasaron ni veinte años cuando está joven orden, en cierto modo laical, recibió la aprobación de la Iglesia. Se habían conformado como una orden de frailes según la regla de San Agustín. Curiosamente, a día de hoy no conocemos ni el nombre de todos los fundadores, que para este caso el fenómeno es muy particular ya que no se da otra orden en la Iglesia que tenga tantos fundadores al mismo tiempo, y es que estos siete amigos se afanaron en servir únicamente al propósito que habían recibido de Dios por medio de la Santísima Virgen, que no era otro que la fundación de esta orden, su expansión por el mundo y la evangelización por medio de la devoción a María.

Como decíamos, en España en particular, esta orden se ha dedicado a expandir la devoción a la Virgen Dolorosa. A día de hoy, han conseguido tal predicación de esta devoción basada en acontecimientos evangélicos que en prácticamente todas partes de España se conoce a la Virgen en sus siete dolores. Incluso este es un nombre popular en el país y en otros países hispanos.

Pero lo más curioso, es que la rama más numerosa y fructífera de esta orden es su orden tercera, que agrupa a numerosísimos laicos alrededor de todo el mundo que, en su vida ordinaria, por medio de la devoción a la Virgen, tratan de santificarse ellos y santificar el mundo viviendo según una regla específica para su estado laical Y conforme al carisma original recibido. La Iglesia no tiene más que palabras de agradecimiento para estos siete emprendedores de una devoción que creían dormida en su tiempo y que ha perdurado hasta hoy dando frutos en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia.

Hoy, viernes de dolores, comenzamos los días más importantes para nuestra fe. Vamos a vivir de cerca los actos de amor y de beneficio más grandes que nadie ha hecho por la humanidad para que comprendamos qué quien los ha querido realizar lo ha hecho por amor a cada uno de nosotros. Vamos a contemplar los dolores del Señor en su Pasión y la alegría y el gozo de su resurrección para que podamos identificarnos con estos misterios y unir nuestros dolores y nuestras alegrías a la cruz y a la resurrección del Señor. Nada de esto podremos si no es de la mano de nuestra Madre, María.

Desde Christus Vincit os deseamos una muy feliz Semana Santa con muchos frutos espirituales. Volveremos en Pascua con mucha alegría para continuar nuestra labor.
 
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