Si la Santísima Virgen en algún momento hubiera cometido pecado o hubiera perdido la gracia de Dios por acción de ella o de otros (como por el pecado original por ejemplo), habría dejado de estar enemistada con Satanás como enseña la Tradición de la Iglesia.
¿Cómo fue concebida sin pecado?
Santa Ana y san Joaquín recibieron la visita del ángel del Señor quien les comunicó la promesa de concebir una niña. De esta forma, unos padres estériles por acción del Espíritu Santo pudieron tener una hija, quien sería luego la Madre de nuestro Salvador.
¿Cuál es el fundamento bíblico de este dogma?
En Lc 1,28 se sugiere este dogma cuando el ángel Gabriel le dice a María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» («Llena de gracia», en griego «kecharitomene», significa un estado sobrenatural del alma en unión con Dios).
¿La redención de Jesús no es universal?
El franciscano Juan Duns Escoto, en el siglo XIV, sostuvo que Cristo, el Mediador perfecto, realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preservándola del pecado original. Se trata de una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preservación del pecado.
¿Este Dogma contradice a la palabra de Dios?
El pecado original «afecta a la naturaleza humana», que se encuentra así «en un estado caído». Por eso, el pecado se transmite «por propagación a toda la humanidad (...) una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales». Pero, Jesús tiene la potestad para preservar a su Madre del pecado aplicando a ella los méritos de Su redención.
¿Por qué Dios quiso que María sea inmaculada desde su Concepción?
A Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más
honroso para Él. Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre fuera concebida así, Inmaculada. Y lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Fuente: CatholicLink
